No es nada complicado de hacer y los comensales os lo van a agradecer.
Lo más importante es que el pollo sea de calidad; ya sea de casa o de compra. En mi caso es de casa, pero pollos de corral de compra haberlos, hay-los aunque un poco más caros, pero una buena ocasión ,se lo merece.
Ingredientes:
1 pollo de corral entero y limpio de dentro.
2 cebollas medianas
1 manzana grande
1 buen puñado de piñones
Ciruelas pasas
Orejones
Brandy
Manteca de cerdo
Sal, pimienta, aceite de oliva
Procedimiento:
Antes de nada, poner el horno a calentar. Mientras tanto, en una sartén con aceite pasar la cebolla y la manzana cortadas a cuartos (más o menos), los piñones y los orejones a fuego fuerte durante unos minutos y añadirle un chorrito de brandy hasta que éste se evapore. Éste será el relleno del pollo junto con las ciruelas pasas, que no las pasaremos por la sartén.
Salpimentar el pollo de dentro y de fuera y untarlo con manteca de cerdo, procurando no dejar ningún rincón sin untar.
A continuación, una vez el relleno esté templado o frío, ir-lo poniendo dentro del pollo, junto con las ciruelas pasas. Parece que no, pero cabe bastante cosa dentro, así que si es necesario apretar bien con la mano para que quepa todo.
Una vez el pollo está relleno, coserlo bien para que no pierda nada durante la cocción. Yo lo cosí con una aguja lanera e hilo grueso doblado, pero con una aguja normal e hilo doblado seguro que también se cose bien. Sobretodo, aseguraos que quede bien cosido.
A estas alturas, el horno ya está bien caliente, así que ya podemos poner el pollo en una bandeja y a hornear. El tiempo de cocción dependerá del tamaño del pollo. El que cociné pesaba unos 3 Kg. Como siempre os digo cada horno es un mundo. Yo lo puse con fuego por debajo a unos 180 grados durante una hora y media (más o menos).
Ir girando el pollo por todos los lados para que quede bien dorado y se vaya cociendo de todas partes. Cuando ya haya cogido un poco de color, echarle un buen chorro de brandy o coñac por encima y seguir cociendo y girando.
Si disponéis de un termómetro sonda, nunca os vais a equivocar en lo que a la cocción se refiere. Para el pollo, pinchar a la pechuga y cuando ésta esté a 70 grados, ya está.
Una vez el pollo está en su punto, sacarlo del horno y ponerlo en un plato a parte a enfriar. Es importante sacarlo de la bandeja donde está el jugo, para que no quede encharcado.
Si lo váis a cocinar de un día para otro, una vez frío , envolverlo en papel de aluminio y guardarlo en el frigorífico.
Cuando queráis consumir lo , hay que despiezarlo.
Para ello , con unas buenas tijeras, en primer lugar, sacarle las alas. Seguidamente los muslos enteros ( que después se parte en muslo y sobre-muslo). Para acabar, ponemos el pollo con la pechuga hacia arriba y lo abrimos en canal; cosa que nos permite sacarle el relleno (que pondremos en otro recipiente aparte) y cortamos la pechuga, la cola, etc….como más nos convenga.
A medida que vamos cortando, ir poniendo las piezas en una fuente (que pueda ir al horno), poner el jugo de cocción por encima ( si está frío calentarlo porqué habrá solidificado) y si hay que calentarlo antes de servir, ponerlo un rato al horno antes de servir a baja temperatura (60 grados va bien).
El relleno yo lo pongo aparte con un poco del jugo de la cocción del pollo, y que cada cuál se sirva a su gusto; pero si preferís ponerlo junto al pollo en la misma fuente, no hay problema.
Espero que os guste y animaros a hacerlo que seguro que triunfáis!
Foto 1: Pollo asándose en el horno. |
Foto 2: Pollo cocido. |
Foto 3: Alita de pollo en su salsa. |
Foto 4: Relleno del pollo. |
Ese pollo se huele desde aquí, Ester...
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